Nelson vino

... y no hicimos una mísera foto. Pero palabrita que estuvo aquí, con Dani y todo.


Una vueltecita por el centro del pueblo, un café en un coffeshop, un par de ping pones y un buen rato de tranquileo en mi cuarto. Eso fue lo que hicimos ayer. Y esta mañana, a las nueve de la mañana, se volvieron a ir. A Berlín esta vez. Que os vaya bien, tios. A difrutarlo.





En cuanto al día de hoy... bueno. Lleva todo el día lloviendo sin parar, lo que significa que nos hemos mojado suficiente como para tener que meter la ropa directamente en la secadora. Pero ha merecido la pena, porque yo me he comprado 2 tabletas de chocolate brutalmente buenas y Ana se ha comprado un abrigo bastante mono (aunque las mangas no me convencen). Además, hemos preguntado precios de tatuajes, y uno pequeño vale 45 €... así que a ver.





Y bueno, poco más puedo contar hoy, porque por la mañana hice lo anteriormente escrito y por la tarde solo he jugado al ping pong y he leído textos de Communication Theory. Así que, con esto y un bizcocho... ahí os quedáis.

Ahí estoy yo, amando a Paula un poquito